Sucesión de despertares en una ciudad desconocida

Tapa de "Sucesión de despertares en una ciudad desconocida"

Sucesión de despertares en una ciudad desconocida, segunda edición, Octubre 2020.

«¿Por qué no hago esto en mi ciudad? ¿Por qué necesito del extremo de una vida en blanco para dedicarle tiempo a estos pequeños placeres? ¿En qué momento renuncié a mis deseos más simples y puros? ¿Cuándo fue que la vorágine me arrastró a sus condiciones?»

Índice

Sueño en Uppsala
La maldad imperceptible
Sucesión de despertares en una ciudad desconocida
Los amantes recurrentes
Expulsado de la Playa del Lector
El sepulturero
El eterno dilema (Vida alternativa de Marx I)
Un rincón mágico
Doctora Terraza
La verdad de la noche
El camino sagrado
Para qué levantarse
La revolución ilimitada (Vida alternativa de Marx II)

Introducción

Este es un libro de relatos cortos.

Sé que cada año digo lo mismo, pero creo con firmeza que este es el mejor de los cuatro libros que he publicado hasta el momento. Como cada año también, debo advertir que es muy posible que esta creencia se deba más al fuerte deseo de eludir la decadencia artística (destino inevitable que solo puede posponerse) que a cualquier clase de evaluación objetiva.

De más está decir que mejor que los anteriores no significa bueno. Y que decadencia no implica una cúspide brillante previa.

Si a algo atribuyo la supuesta superioridad de este libro es a mi capacidad de persistencia. Bajo ningún punto de vista a la súbita aparición de algo parecido a eso que algunos llaman talento.

En introducciones anteriores, siempre escritas a contrarreloj, exploré respuestas poco serias a la habitual pregunta sobre cuánto de realidad o ficción hay en mis relatos. En esta ocasión, no voy a hacerlo. Me ocuparé, en cambio, de otra necesidad recurrente de mis lectores.

Las personas desconfían, con sumo criterio, de mis libros. Para ser más específico, desconfían de mí. Se preguntan si vale la pena dedicar el escaso tiempo de sus vidas a mi obra. La respuesta, claro está, es no. Entonces, consistentes con su desconfianza, me contradicen y le dan una oportunidad a libros como este. Me preguntan, entonces, por dónde comenzar.

Algunos personajes —yo— opinan que los mejores relatos están ubicados adelante. La tesis ha sido la misma para los libros anteriores.

En el plano de las caracterizaciones, hay lectores que —de modo cuestionable— aseguran sentirse transportados a otras dimensiones al leer Sucesión de despertares en una ciudad desconocida, Los amantes recurrentes o Sueño en Uppsala. En este último relato, además, hay algo de amor y de viaje. Otros también mencionan haber viajado, aunque de un modo más terrenal, con Un rincón mágico o con El camino sagrado. Los menos confiables juran por su madre haber reído con La maldad imperceptible o con Expulsado de la Playa del Lector. Este último relato quizás sea el más político, junto a La revolución ilimitada (Vida alternativa de Marx II). El eterno dilema (Vida alternativa de Marx I) también extrae plusvalía del pensador germano, pero no diría que es un relato político, sino más bien existencial. Por último, los más sensibles admiten haber llorado con El sepulturero o con Doctora Terraza.

Desplegada la guía de lectura, me proponía profundizar sobre las razones últimas de mi escritura. Pero ya no hay tiempo ni lugar. Para desgracia de los futuros lectores, no tendré más remedio que desarrollar esta cuestión en alguno de los libros que inevitablemente seguirán llegando.